Qué rica se ven, la primera tiene “una pinta” bárbara. En Cuba, cuando yo era chica (hace poco) nos llevaban a una pizzería una vez al mes, qué miseria, y habían unas pizzas gruesas, más masa que otra cosa, que nos encantaban. Mi hermano y yo contábamos los días para que nos llevaran. Cuando llegué a Argentina y probé una pizza crocante, finita, no me gustó. Casi todas son así, y mi madre me dice: No es que aquellas fueran más ricas, era que tenías hambre! Jaja. Un abrazo Nanno.
Qué rica se ven, la primera tiene “una pinta” bárbara. En Cuba, cuando yo era chica (hace poco) nos llevaban a una pizzería una vez al mes, qué miseria, y habían unas pizzas gruesas, más masa que otra cosa, que nos encantaban. Mi hermano y yo contábamos los días para que nos llevaran.
ResponderEliminarCuando llegué a Argentina y probé una pizza crocante, finita, no me gustó. Casi todas son así, y mi madre me dice: No es que aquellas fueran más ricas, era que tenías hambre!
Jaja.
Un abrazo Nanno.
vivian: los últimos comentarios que me has mandado se han borrado
ResponderEliminarSerías tan amable de enviármelos de vuelta
muchas gracias
jc